lunes, 1 de agosto de 2016

RECUERDOS DE VINILO EN SAVARONA

AQUELLA FAMILIA  de negros, llego de Mayaguez a la urbanizacion El Verde, cuya frontera con Savarona era bastante cercana, alla en el jurutungo de un pais/concreto/asfalto llamado Caguas.

El ingeniero, ella supervisora de ingles, probablemente de Jamaica. Eran tres varones y Alicia de bella, prominente proyeccion pectoral, con una cultura manejo excepcional de ambos idiomas, que ya paso a mejor vida.

La amistad con Fernando Monteverde, que tal vez corrio igual suerte, no estoy seguro, se forjo en la unica cancha que habia en Savarona y areas adyacentes.  Se le conocia con el apodo de Allende, un volibolista con un descomunal salto a quien vi en la tele en una occasion, comprendiendo el por que del bautizo entre los colegas de la cancha.

Fumaba yerba como loco, con un sentido muy agudo del humor, una risa espontanea que surgia con facilidad.  Ocasionalmente nos invitaba a su casa en la mencionada urbanizacion que no era para todo el mundo, en esencia habia que tener billete para vivir alli.

Eramos Juan Rosario, oriundo de un barrio al lado opuesto de Savarona,  llamado Bruklin, con una mierda de puente que mediria unos 15 pies de ancho, denominado Brooklyn Bridge.  Este personaje es en la actualidad un procer con barba y largos cabellos, sin olvidar la guayabera*.

Otro era el grifo, Luis Aviles, posiblemente tras las rejas aun.

Finalmente, vuestro jumirde servidor, que por alguna razon siempre ha tenido conciencia de clase por haber sido Savarona un barrio obrero, pobre, pero no humilde.


Hay que estipular para el lector average, que lo de negros en la primera oracion, no es por lo que imagina, sino lo contrario. Los modales, el trato con el cual sus padres hermanos trataban a los mencionados era de una cordialidad, naturalidad poco usual, a pesar de su posicion social.


Su falta de pose, guille aristocratico como las familias Singala o Gratacos es/era memorable teniendo atributos iguales o superiores. Aun 4 decadas despues les recuerdo a los dos, aunque no sus nombres.

Alli en la sala de su residencia, escuche por primera vez a WAR, un grupo de cierta trascendencia, probablemente de CA, en un sistema estererofonico poco usual para la epoca.

El de mi casa era Magnavox, un cajon con pinta de caja de muertos infantil. El de ellos tenia un potente receptor, no se si Pioneer o Sherwood con bocinas similares y un plato cuya marca no recuerdo. El asunto es que alli aprendi a desarrollar un oido critico respecto a lo que escuchaba por la diferencia entre el equipo hogarenho y el de los Monteverde.

Que trascendencia tendra esto?  Ninguna, aparentemente, pero lo interesante es que los mencionados fueron  los unicos durante mi estadia en Puerto Rico circa 1969/1975, que contaban con un cepillo para limpiar la aguja, contrario al dedo de todos/as, liquido para limpiar vinilos por cada lado antes/despues de escucharlos,  con un artefacto de tela al cual se le anhadian gotas de un liquido para tal fin. Tal como se aprecia en las fotos adjuntas.

Y todo esto que trae gratos recuerdos de afecto en cuanto a casi todos excepto dos que no eran de los Monteverde gracias a un vinilo de un gran bajista del cual me hice aficionado durante mi exilio en Northampton, MA, y de quien no solo se habla poco, sino que se le desconoce en general, Charles Mingus.

Aprendi un pocoton con aquella familia, llegada de Mayaguez, con un don de gente que nunca volvi a ver/compartir. Hoy 4 decadas mas tarde, mi agradecimiento a ellos, y a sus parientes.  Gracias.






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